Mariscos el Negro en Guadalajara

Al visitar Guadalajara todo mundo habla de las tortas ahogadas, pero en mi particular opinión no les agarro el gusto, mejor cuando vamos a la Perla Tapatía procuramos hacernos tiempo para ir a comer unos mariscos excelentes en "el Negro"



















Los platillos son muy variados (no sólo pescadito frito y cocktel de camarones, nooo, hay muchas combinaciones y también ingredientes no tan comunes.





La preparación es excelente y el sazón de las cocineras es excepcional, hemos comido mariscos en otros lados (El Carnal, por ejemplo) y a pesar de los otros son buenos, acá son mucho mejor.   Los precios son muy justos, no son baratos porque la calidad es muy buena, pero no se les pasa la mano al cobrar, así que puede uno ir con toda la confianza del mundo.

El hablar de los platillos me llevaría mucho tiempo, mejor entren a su página y vean el menú, muuuuy extenso para ser un restaurante de mariscos y aún así siguen conservando la calidad y excelente servicio.

http://www.pontetruchanegro.com.mx/index.php?sk=menu

Mi mejor recomendación, no lleguen justo a la hora de la comida, el lugar está a reventar de gente y tendrán que esperar en las bancas puestas exprofeso en la parte de afuera del restaurante, una situación bastante angustiante pues el llegar con hambre y antojo y tener que esperar desde afuera viendo, pero sobre todo oliendo la comida es una tortura que no le deseo a mis amigos.

Para llegar, hay que tener buen navegante y saberle leer al mapa.
Una vez que se localiza la esquina, no espere ver un fastuoso y elegante restaurante basandose en el dato de que "es muy popular y esta atascado de gente", es más, ni letrero tiene en la entrada. Es tan popular que ni falta le hace hacerse más publicidad.
Si llega en coche, hay que entrar por Ignacio Ramirez, a media cuadra está el estacionamiento.

Sian Ka'an, lugar donde nace el cielo

...y vaya que llegamos al cielo de los mariscos. Viajando por Sian Ka'an cruzamos en lancha hacía Punta Allen. Por casualidad encontramos un restaurante que estaba abierto aún, ya era tarde, se habían ido todos los turistos que llegaron en una caravana de como 10-12 jeeps y el pueblo quedó semi-vacío. Así que ya estaba resignándome a viajar de regreso con la panza vacía, dos horas o tres hasta Tulum, nada agradable panorama.  Entonces a medio pueblo, pues los restaurantes con vista al mar, como dije, ya habían cerrado, tooooodos, casi sin esperanzas y buscando una tiendita para comprar unas papas nos encontramos con este letrero.

Adentro se notaba que había casi puros locales (más un turisto que rentó una cabaña por dos semanas, pero quería convivir con la gente de Punta Allen). 

La carta me pareció de lo más normal para un restaurante en la playa, filetes, camarones, ceviches, etc.  y los precios demasiado razonables para ser zona que depende del turismo (90 pesos un filete de pescado, Feb 2012) así que ordenamos y nos pusimos a platicar con los lancheros que ya habían terminado su jornada y estaban cheleando.

Los camarones a la plancha estaban super buenos, el sazón de la cocinera resultó excelente, con ganas de regresar a quedarse a comer aquí una semana entera.


Mi pescado al mojo de ajo (siempre pido lo mismo, jaaa) estuvo fabuloso, realmente se nota la diferencia de un pez recién sacado del mar (o al menos esa misma mañana) contra lo que uno come en las ciudades y da por fresco.
Ahora me doy cuenta que fué el mejor momento para llegar pues no había turistos  y el servicio fué completamete personalizado para nosotros. En la plática salió que teníamos que regresar al "continente" y el dueño del restaurante nos consiguió que unos de los lancheros nos llevaran de regreso.  Al terminar de comer nos despedimos y nos fuimos a la lancha, yo esperaba embarcar del lado oeste que da a la laguna, pues ahí está el muelle donde llegamos, pero los muchachos tenían su lancha del lado de mar abierto y por allá fuimos.
Bueno, el paseo que nos dieron justo al atardecer fué una de las mejores experiencias del viaje. Tendrán que ver las fotos en mi albúm de Sian Ka'an.

Un Camello en ¿Tulum?

 Lo que menos esperaba encontrar perdido en Tulum era un camello.
Sí, hay arena, pero la arena de la Riviera Maya es totalmente paradisiaca, es blanca y no se calienta, por lo tanto no quema los pies incluso en el día que el Sol está más radiante.  Pero bueno, ¿que tiene que hacer un Camello en Tulum?  la respuesta fué muy sorprendente, el Camello hace un excelente ceviche, cockteles de mariscos, pescados enteros, camarones de muchos estilos, sopa de mariscos, etc. Y lo hace muy bien.

Este es el ceviche "CHICO", casi me atraganto al ver el tamaño pues ya había ordenado de una vez un filete al mojo de ajo. El ceviche estaba buenísimo así que no había manera de dejarlo vivo. En otros lugares cuando pides uno chico de $50 pesos (precio de Feb 2011), te dan un vasito (o menos sí pides de camarón).

Al poco rato llegó el filete, algo que sí esperaba en tamaño y la calidad también muy buena, muy fresco y bien preparado.

Los precios muy buenos también, y pensar que los turistos pagan el triple o más por comida refrigerada o comen buffetes que llevan horas en las charolas.

El Camello -me imagino que es el apodo del dueño, pero no he tenido tiempo de investigar- empezó como un lugar para los habitantes locales, tanto las mesas como la decoración son simples y no se trata de un "tourist trap", el menú sencillo pero de muy buena calidad.  Las dos veces que he acudido, he tenido que esperar mesa y la segunda vez eran más turistas extranjeros que nacionales y habitantes locales.

 Al visitar Tulum pueblo, si vienen de Playa del Carmen, sigan por la avenida principal hacia el sur, el restaurante está a su izquierda, una par de cuadras antes de terminar el pueblo, basta dar vuelta en "U" al final.